Comienza a ahorrar transformando tus hábitos.
No cobro lo suficiente, la plata que puedo ahorrar es muy poca, los gustos hay que dárselos en vida, y excusas similares nos conducen a un hábito poco saludable con respecto a nuestras finanzas. Te introducimos algunos métodos para trabajar en nuevos hábitos para empezar a formar tus primeros ahorros.

A grandes rasgos, las finanzas personales de gran parte de la gente están pensadas siguiendo la ecuación que exponemos debajo:
INGRESO - GASTO = AHORRO
Analizando esta ecuación, podemos ver que el ahorro queda supeditado al nivel de gasto que tenemos en el período analizado. Esto quiere decir que si nuestro gasto es lo suficientemente alto como para superar al ingreso, el resultante va a ser un AHORRO NEGATIVO. Para bajarlo al llano quiere decir que si gano 10 y gasto 12 mi resultado final, o sea lo que debería ser el AHORRO será -2. Este ahorro negativo tiene dos formas de balancearse: por medio del ahorro realizado en meses anteriores, o a través de un préstamo.
Una primer medida para trabajar sobre nuevos hábitos es transformar la forma de plantear el uso del dinero siguiendo la fórmula anterior. Esto es tan simple como realizar lo que en matemática se llama "pasaje de términos", es decir mover elementos hacia un lado y el otro del igual. Lo que vamos a hacer es pasar el GASTO que está restando al INGRESO, como una suma del otro lado del igual; y el AHORRO que es una variable positiva, pasará a restar al INGRESO.
Simplificando, la nueva fórmula resultará en la siguiente:
INGRESO - AHORRO = GASTO
Lo que podemos observar ahora es que le hemos cambiado la relevancia a las variables que conforman esta fórmula. Anteriormente nuestras variables activas eran el INGRESO y el GASTO, y eran las que determinaban el valor que iba a tomar nuestra variable pasiva que era el AHORRO. En la segunda fórmula transformamos al GASTO en una variable pasiva, dependiente de lo que hagamos con nuestro INGRESO Y AHORRO, ambas variables activas. Esto quiere decir que nuestro GASTO va a quedar supeditado a lo que resulte de la diferencia entre el INGRESO y el AHORRO.
Es importante entender esta diferencia ya que a partir de este cambio es que se comienza a trabajar en los hábitos generadores de ahorro.
Una de las grandes enseñanzas que deja Robert Kiyosaki en varios de sus tantos libros sobre finanzas personales se refleja en la siguiente frase "PÁGATE A TI MISMO PRIMERO". Puede sonar algo ridículo, pero es una de las mejores formas de comenzar a formar nuestro ahorro. El método es simple: una vez que se recibe nuestra mensualidad (que puede ser el sueldo cuando se trata de una persona en relación de dependencia), lo primero que debe hacer, antes que cualquier otra cosa, es destinar un porcentaje de ese ingreso al ahorro.
Para instrumentarlo, lo que yo recomiendo son 2 cosas: tener una caja de ahorro distinta a la cuenta en donde nos depositan el sueldo, de manera de poder transferir de forma instantánea ese monto y no tenerlo "a mano" en nuestra cuenta principal; o por otro lado, extraer ese dinero y tenerlo guardado en un lugar fuera de nuestro alcance.
Lo importante es hacer lo posible por sacarlo de nuestra cuenta principal y dejarlo en un lugar seguro, que no nos sea fácil acceder a su uso. Una vez extraído, el saldo remanente es lo que se utilizará para hacer frente a nuestros gastos ordinarios.
Esto debes realizarlo todos los meses, si es que cobrás una mensualidad, o con cada ingreso que se genere por tus trabajos.
A partir de esto, lo que nos queda definir es cuánto destino al AHORRO. Es decir cómo defino cuánto dinero transferiré a la cuenta de ahorros.
Para esto tenemos varias técnicas, pero en este post comenzaremos con la más sencilla de todas, que nos servirá para comenzar a cambiar un mal hábito por uno saludable. Se trata de destinar el 10% del Ingreso a nuestra cuenta AHORRO. Simple como eso.
Para poder visualizarlo vamos con un ejemplo sencillo:
Ingreso mensual = $20.000.-
10% destinado a AHORRO = $2.000.- (llegamos a este número multiplicando 10% x $20.000.-)
Para verlo en la fórmula que desarrollamos anteriormente, obtendríamos los siguientes resultados:
INGRESO - AHORRO = GASTO
$20.000 - $2.000 = $18.000
De esta manera sencilla, pudimos realizar nuestro ahorro mensual, y establecer nuestro límite máximo de gastos en el período.
A partir de ahora comienza una nueva tarea: acomodar nuestra economía para que nuestros gastos puedan cubrirse con ese remanente.
En nuestras próximas publicaciones veremos nuevas técnicas para trabajar sobre nuestros gastos. Aprenderemos a clasificarlos y establecer prioridades, veremos consejos para poder salir de nuestras deudas y poder mantener un equilibrio en base a los ingresos que obtenemos regularmente.
Recuerda siempre que lo importante es empezar a separar el ahorro apenas recibimos nuestro ingreso.
La regla del 10% es una sugerencia, otro método consiste en establecer una suma fija mensual, independientemente del ingreso que se obtenga. Es decir que si pensamos en ahorrar todos los meses $500, apenas recibamos nuestro sueldo, deberemos separar esa suma para incorporarla a la cuenta ahorros.
Insisto, lo importante es incorporar el hábito y formar una regla inquebrantable que se transforme en una rutina.
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