Lo que parecia algo lejano, hoy se encuentra a lo largo y ancho del planeta. El Coronavirus se expande a pasos agigantados con países que no tomaron medidas preventivas suficientes para frenar el avance del virus que tiene un alto grado de contagio.Y como si fuera poco, todos los países deberán cerrar fronteras y frenar producción. Todo el mundo se verá afectado por la cuarentena en términos económicos. Se deberán pagar sueldos sin producir sin contar todos los gastos fijos en los que incurre una empresa en su día a día.
A este hermoso escenario de pandemia, se le suma la guerra por el precio del petróleo. En un día su precio bajó un 30%, y acumula en el año una caída de más del 50% afectando a un sinfín de industrias tales como (las obvias) petroleras, transportadoras, pero también las industrias vinculadas al plástico y demás industrias petroquímicas y que forman parte de la cadena productiva. Todos sus ingresos se ven afectados por esta caída estrepitosa.

El crash mundial es inevitable. Es una gran purga del mercado no apta para tenedores minoritarios o principiantes.
Y hay que prepararse porque esto recién empieza.
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